Observo el humo iluminado por la desolada luz lunar, me deleito en su danza mientras se desliza de manera espectral por el borde de mi ventana camino a ningún lugar. Y siento como mi alma se quiere escapar tras ese carnaval, de fantasmas de sueños olvidados que en el aire veo flotar. Veo en el humo las figuras deformadas de mil demonios, que creí perdidos en lo profundo de mi prisión mental, que creí recluidos en lo mas profundo de la prisión de los olvidos donde morirían en las tinieblas.. donde no podrían hacer mayor mal. Se regodean frente a mi, mientras escapan con la felicidad pienso sumido en las cómplices tinieblas de mi cuarto: Quizás mas tarde salga a beber en algún bar de la ciudad. Ahora no quiero ver a nadie, ahora me siento de todo harto. Por: Solo Andres.
La vida abarca desde el dulce delirio, hasta la amarga realidad.