El silencio nos abruma cuando no quedan palabras, cuando mueres por decir lo que es impronunciable el imperfecto lenguaje nos lleva a expresamos con miradas cómplices que delatan aquello que crece entre mis piernas, incomparable, grotesco y maravilloso deseo innombrable de dos almas por tocarse en lo mas oculto y entrañable. Se hace bruma el aire mientras se condensa sobre nosotros por el calor que desprenden nuestros cuerpos bochornosos desnudos, puros, excitantes y perfectos, declarados morbosos por maquinas que nunca sintieron algo como lo nuestro. Rozar tus labios, beber de la fuente de mis alegrías, por una noche olvidar todas las razones y estilos de vida para sentirnos, besarnos, amarnos hasta que duela morir mientras dibujo entre las sombras tú exquisita silueta. Pasear mis manos sedientas de curiosidad por tus pechos recorrer cada pezón en busca de tu corazón y susurrarte mis deseos de hacerte sentir v
La vida abarca desde el dulce delirio, hasta la amarga realidad.