Ay corazón, que te digo yo en esta noche gris para que te sientas un poco mejor con el final infeliz; Aveces toca por cuestión de azar, tragos con sabor a anís. Mira, la vida nos ha enseñado que de todo se aprende, y en ves de llorar mejor arma otro canuto y prende, para sanar las heridas corazón que te dejo de repente, esa tarde inolvidable de hace ya un noviembre. Algunas se gana, otras hasta la cordura extravía, pero es solo parte de la probabilidad de la vida, y aunque se que duelen tus heridas aun en carne viva debes aguantar, que con el tiempo toda herida alivia. Me cuesta ser positivo teniéndote en este estado compañero, ya incluso me cuesta ver la belleza del cielo luego del mañanero, te oculte en esa jaula para que no te volvieran a lastimar de nuevo. no me pidas que te saque si solo sabes caerte al puto suelo. Tengo que recordarte que te debes hacer mas duro de nuevo, siempre que creo que ya estas seguro, te dejo caer en vuelo por estrellarme contra la ve...
La vida abarca desde el dulce delirio, hasta la amarga realidad.