Era una tarde como cualquier otra, decidí pasar por aquel lugar que amaba de niño, era un precioso parque, el césped era de un verde brillante, el viento siempre acariciaba a los que se lo encontraban a las 4:20 pm. “Me acerque disfrutando de la brisa, baje de la cicla y la apoye junto a los columpios, estaban predilecta mente posicionados entre un par de grandes arboles, el armazón era rojo escarlata, tenia pequeñas marcas de oxido, y las cadenas rechinaban al mecer esos rústicos trozos de madera. Pero seguían viéndose igual de hermosos como hace 3 años. No tenia planeado estar aquí, simplemente quería recordar, todo ha cambiando muy rápido y quisiera que el tiempo se detuviera al menos un instante, recuerdo que algo muy parecido sentía al estar aquí.” Si un día como cualquier otro, hasta que la vi, paseaba con una amiga y un cachorro “Es un precioso golden retriever”, recuerdo que grite; “Gracias, es lindo que alguien no lo confunda con un labrador, -Oh!, por favor, solo un
La vida abarca desde el dulce delirio, hasta la amarga realidad.