Cada palpito en mi ser es inmensamente doloroso,
cada inhalación no es mas que el prologo piadoso
de la esperanza de que llegara la ultima exhalación,
que curara de esta enfermedad mi podrido corazón.
Veneno me he inyectado sin caer en cuenta,
he firmado por mi alma, el diablo trae la cuenta
pues le vendí mi alma por un poco de lentejas,
ahora siento hambre y una inmensa soledad,
estoy condenado a ver como todo lo que quiero se aleja.
Ten piedad de mi alama señor del fuego eterno,
el dolor que siento no lo conoció ningún enfermo,
esto que siento no se compara a ningún infierno.
No logro dormir, comer, beber, mi corazón esta perdido
en interminables noches de insomnio, solo sueño con el olvido,
olvido que me ayude a regenerar mi corazón podrido.
Por: Solo Andres.