La vida puede ser muy deprimente,
llena de injusticias y personas dementes,
que creen vivir el regalo del presente.
Las personas caminan, trabajan, charlan y vuelven a caminar.
Todos ocupados, no se molestan en detenerse a mirar,
como un hombre sumido en el alcohol se dedica a olvidar,
o un grupo de jóvenes que en las drogas se han de refugiar.
Te pido que te detengas un segundo querido transeúnte,
te ruego una pausa, pues andas por este mundo ausente,
y todo lo que te rodea es ignorado, solo miras hacia el frente,
sin pensar que un día morirás y no disfrutaste del preciado presente.
Por: Solo Andres.
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