Te aman sin razón, darían sus cortas vidas por ti señor, hablan contigo todas las noches, esperando una respuesta, se sienten cuestionados, pero confían en que volverá su redentor, tienen fe aunque la lógica diga lo contrario de tu existencia. Yahveh, Cristo, Alá o Brahma, es todo exactamente igual, ninguno jamás dio a sus adoradores una prueba real de su existencia fuera de nuestra imaginación letal, siempre esperando la segunda venida o el tiempo final. Hace tiempos no te hablo porque sé que no respondes las palabras y las lágrimas de quienes claman tu nombre. La gente cuenta en la calle que alivias pesares y dolores, pienso en que haces mientras niños mueren de hambre. Dios, quien sea o cual sea, solo vive en tu imaginación, en tu cabeza, es la mayor creación del hombre a lo largo de su historia. Puede enloquecerte, y hacerte cazar herejes cual simples presas, puede hacerte feliz y llevarte a la paz, al perderte en tu infinita gloria. Todo poderos...
La vida abarca desde el dulce delirio, hasta la amarga realidad.