Siento cosas que no existen en mi cabeza, creo que estoy perdiendo la poca conciencia, quien podrá hallar la cura para esta terrible demencia que me está matando de impaciencia. El miedo recorre mi cuerpo, al pasar lo desconocido, pero quien sabe, podría ser yo hablando encogido, desde mis orejas susurrando el pasado no corregido. Estoy gritando por ayuda a sordo mudos que me ignoran, y no sé cómo decirle al mundo; ¿Porque me abandonan? si he tratado de ser bueno, y no hay razón para que corran, Me han dejado a la deriva de la muerte en este pequeño botesito, con lo puesto, sin esperanza y las palabras al aire que ahora cito; "Abandonar a quien te brindo su mano es no tener honor, maldito" a veces dar lo mejor no sirve para que el camino sea bonito. Hoy mientras me queda un poco de cordura dejo escrito las palabras de lo que siento en este momento de agonía, que me hace creer que no durara esta vida más que un ratico yo que quería vivir para siem...
La vida abarca desde el dulce delirio, hasta la amarga realidad.