Tanta soledad siento al mirar afuera ese frió mundo,
mi ciudad se llena en las noches de sollozos mudos,
y no comprendo porque sufrimos de este modo.
Un padre ya anciano abandonado con el tiempo,
por sus hijos que viajaron a otros campos,
en busca de una mejor vida lejos de aquel viejo,
que acepto con valentía la soledad como cobijo.
Niños en orfanatos esperando una familia en la mañana,
la mayoría descubrirán la realidad de manera insana
una realidad donde no tendrán oportunidad alguna,
No por qué no lo merezcan, es qué así es la vida urbana.
Una madre soltera que aguarda en vela en el sofá
que regrese su hijo perdido en las calles a su hogar.
Mientras este con sus vicios de la muerte se mofa,
jugando a la ruleta rusa con una vida que no supo valorar.
Ancianos y niños por las calles caminando vagabundos
en las aceras de mi ciudad que sirven de hogar a algunos,
esos que sin darse cuenta quedaron de un futuro viudos,
por una mala decisión o por cosa de alzar de todo desahuciados.
Miles de personas que caminan por las avenidas vacías
de esperanza pero llenas de rumba y espejismos de alegría.
Viajamos solos en un mundo lleno de vidas divididas,
náufragos en un océano donde nadie la mano tendería.
Esta es la realidad que veo a diario en mi hermosa ciudad,
la alternativa es que en este juego urbano no te dejes enredar
o seguir por donde vamos aceptando esta gris verdad
dejando a la depresión e indiferencia nuestras vidas gobernar.
Por: Solo Andres.
mi ciudad se llena en las noches de sollozos mudos,
y no comprendo porque sufrimos de este modo.
Un padre ya anciano abandonado con el tiempo,
por sus hijos que viajaron a otros campos,
en busca de una mejor vida lejos de aquel viejo,
que acepto con valentía la soledad como cobijo.
Niños en orfanatos esperando una familia en la mañana,
la mayoría descubrirán la realidad de manera insana
una realidad donde no tendrán oportunidad alguna,
No por qué no lo merezcan, es qué así es la vida urbana.
Una madre soltera que aguarda en vela en el sofá
que regrese su hijo perdido en las calles a su hogar.
Mientras este con sus vicios de la muerte se mofa,
jugando a la ruleta rusa con una vida que no supo valorar.
Ancianos y niños por las calles caminando vagabundos
en las aceras de mi ciudad que sirven de hogar a algunos,
esos que sin darse cuenta quedaron de un futuro viudos,
por una mala decisión o por cosa de alzar de todo desahuciados.
Miles de personas que caminan por las avenidas vacías
de esperanza pero llenas de rumba y espejismos de alegría.
Viajamos solos en un mundo lleno de vidas divididas,
náufragos en un océano donde nadie la mano tendería.
Esta es la realidad que veo a diario en mi hermosa ciudad,
la alternativa es que en este juego urbano no te dejes enredar
o seguir por donde vamos aceptando esta gris verdad
dejando a la depresión e indiferencia nuestras vidas gobernar.
Por: Solo Andres.