Recuerdo los besos de aquellas ninfas urbanas,
Ya no me esfuerzo en mantener el amor de bellezas
de pasarela que no valoran todo lo que te esfuerzas,
en hacerlas feliz pues ella prefiere que le regales salidas,
un bolso chanel en ves de una mañana entre las cobijas.
No quiero generalizar en este melancólico poema,
el dolor es el que habla pues no tolera sus maneras,
no supe en que momento nuestro amor entro en coma,
te fuiste dejándome el desconsuelo y heridas abiertas.
Sufrí por aquellas féminas causa de inspiración,
todas ellas me dejaron con mi amada depresión
la única que me acompaña en mi desconsolación,
por lo que dure la resaca del amor y su pasión.
No se como he de proteger mi corazón aventurero
que disfruta de explotar sus frágiles sentimientos,
insistiendo en encontrar en una mujer el tesoro,
del que hablaban en esos utópicos cuentos.
Ser un príncipe azul no es tan fácil en esta ciudad,
intente lo que mas pude para darte felicidad madame,
mas eso no satisface princesas de plástica realidad.
Resulte ser en esta historia el jorobado de notre dame.
Por: Solo Andres.
musas con las que pase noches estrenas,
bajo la luz de la luna brindando entre sus piernas.
Eran una promesa de paz en tiempo de guerras.
Eran una promesa de paz en tiempo de guerras.
Pero que corto se hace su paraíso terrenal,
nada es suficiente cuando se es mortal,
cuando todo lo que te rodea no parece cambiar
y el gris en tu interior no se quiere despejar.
nada es suficiente cuando se es mortal,
cuando todo lo que te rodea no parece cambiar
y el gris en tu interior no se quiere despejar.
Ya no me esfuerzo en mantener el amor de bellezas
de pasarela que no valoran todo lo que te esfuerzas,
en hacerlas feliz pues ella prefiere que le regales salidas,
un bolso chanel en ves de una mañana entre las cobijas.
No quiero generalizar en este melancólico poema,
el dolor es el que habla pues no tolera sus maneras,
no supe en que momento nuestro amor entro en coma,
te fuiste dejándome el desconsuelo y heridas abiertas.
Sufrí por aquellas féminas causa de inspiración,
todas ellas me dejaron con mi amada depresión
la única que me acompaña en mi desconsolación,
por lo que dure la resaca del amor y su pasión.
No se como he de proteger mi corazón aventurero
que disfruta de explotar sus frágiles sentimientos,
insistiendo en encontrar en una mujer el tesoro,
del que hablaban en esos utópicos cuentos.
Ser un príncipe azul no es tan fácil en esta ciudad,
intente lo que mas pude para darte felicidad madame,
mas eso no satisface princesas de plástica realidad.
Resulte ser en esta historia el jorobado de notre dame.
Por: Solo Andres.
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