Bienvenido a la hermosa ciudad
donde agradezco crecí,
Santiago de Cali la sucursal de cielo, hoy vestida de carmesí.
Pequeña capital del occidente donde todo lo que sé aprendí.
Ciudad que mil emociones en una noche te hace sentir.
Santiago de Cali la sucursal de cielo, hoy vestida de carmesí.
Pequeña capital del occidente donde todo lo que sé aprendí.
Ciudad que mil emociones en una noche te hace sentir.
Tierra única en un país de
poblaciones llenas de mil riquezas,
ciudad causa de mis innumerables alegrías y el doble de tristezas.
Cabildeando bajo los efectos del alcohol veo pasar infancias
mendigando a los alegres rumberos que solo cargan indiferencia.
ciudad causa de mis innumerables alegrías y el doble de tristezas.
Cabildeando bajo los efectos del alcohol veo pasar infancias
mendigando a los alegres rumberos que solo cargan indiferencia.
Símbolos eternos de tradición
adoptada en nuestra eterna colonización,
Como la capilla de San Antonio cómplice del amor caleño lleno de pasión,
la plaza Cañaveralejo orgullo de algunos y para otros causa de decepción
y símbolos de esta urbe como La Ermita, arte en forma de edificación.
Como la capilla de San Antonio cómplice del amor caleño lleno de pasión,
la plaza Cañaveralejo orgullo de algunos y para otros causa de decepción
y símbolos de esta urbe como La Ermita, arte en forma de edificación.
Dos caras de una moneda encontraras
si miras con atención;
Como en esas fiestas en el estadio que en muchos desata pasión
y son el tormento de los que en la noche pasan por aquella estación,
pues más de uno en esa hinchada no es más que un vil ladrón.
Como en esas fiestas en el estadio que en muchos desata pasión
y son el tormento de los que en la noche pasan por aquella estación,
pues más de uno en esa hinchada no es más que un vil ladrón.
Calles preciosas que sirven de
hogar a cientos de indigentes,
desplazados por la guerra en los campos o la de los dólares.
Desafortunados hombres que crecieron ante la vida expectantes,
en una ciudad de pobre educación y escasas oportunidades.
desplazados por la guerra en los campos o la de los dólares.
Desafortunados hombres que crecieron ante la vida expectantes,
en una ciudad de pobre educación y escasas oportunidades.
Hace muchos años me contaba mi
padre, si fue la sucursal del cielo,
pero entre dinamita, narcotráfico y dinero, la pequeña ciudad creció
y esa hermosa capital de en sueño, entre el poder se enloqueció.
Hoy solo queda un vago espejismo de aquello que su apodo le dio.
pero entre dinamita, narcotráfico y dinero, la pequeña ciudad creció
y esa hermosa capital de en sueño, entre el poder se enloqueció.
Hoy solo queda un vago espejismo de aquello que su apodo le dio.
Cali cuna del pandebono y mujeres
hermosas como las flores,
dueña de parques, canchas, bellos paisajes y mortíferos callejones.
Hogar de indígenas, estudiantes, madres, genios y el doble de ladrones,
que se esconden en la alcaldía por que ya no camben en las prisiones.
dueña de parques, canchas, bellos paisajes y mortíferos callejones.
Hogar de indígenas, estudiantes, madres, genios y el doble de ladrones,
que se esconden en la alcaldía por que ya no camben en las prisiones.
Hoy quiero que conozcas mi
mágica ciudad desde los piques en Sameco,
hasta bellezas que se pasean por Unicentro con el razonamiento hueco.
Donde chirretes y gomelos que se reúnen a beber en un mismo estanco,
hábitat de personas inmensamente buenas y otras que solo producen asco.
hasta bellezas que se pasean por Unicentro con el razonamiento hueco.
Donde chirretes y gomelos que se reúnen a beber en un mismo estanco,
hábitat de personas inmensamente buenas y otras que solo producen asco.
Por: Solo Andres.