Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como historia

Sangre y luz.

Me encontraba a oscuras, atemorizado por las tinieblas palpando el alrededor para lograr ubicarme, pero por mas que buscaba una forma a mi entorno no lograba hacerme una imagen mental de su forma exacta, era quizás un poliedro cuyas caras se hacían incontables en mitad de la angustia de mi situación.  Decidí calmarme y pensar con claridad, claramente estaba en un espacio cerrado hecho de un material de textura similar al cristal, opte entonces por patear las paredes en busca de generar una fractura en la estructura, mas todo intento fue en vano, era impresionante mente resistente. De repente escuche un fuerte estruendo que me lleno de un siniestro terror que congelaba cada gota de la sangre de mi cuerpo. Acurrucado ridículamente, tratando de protegerme de lo desconocido, miraba al infinito vació que me rodeaba sin señal alguna de vida, llegue un momento a pensar que quizás me estaba volviendo loco y aquel ruido no era mas que el producto de mi imaginación, quien sabe, pensé. Y...

Una historia de ciudad.

Hoy te quiero contar una historia más que ocurre a diario en esta podrida ciudad donde a la inocencia ya no encontraras, donde la infancia se interrumpe con barbaridad. Esta es la historia de un joven solitario pero no es igual a todos los relatos que has oído hasta ahora, pero más usual nadie lo escuchaba de pequeño, mamá siempre tenía que trabajar por un padre que decidió un día toda su vida abandonar, ¿pero quién soy yo para juzgarlo por querer de todo escapar? Al muchacho nunca le hizo falta nada de lo que consideran primordial, ¿pero cómo pudimos olvidar lo que nos es más que natural? la promesa de una familia y afecto se perdió entre la conformidad de una madre que solo busca ofrecer una mejor realidad. Con solo 16 años la vida lo llevo a pensar, que es mejor ahogar tus pesares y problemas bien en el fondo, pues nadie va a escuchar y duelen a la intemperie pues nos hacen frágiles y fáciles de maltratar. La soledad y el maltrato ni edades, ni estratos se molest...