En el circo de la vida eres el payaso. Mas no el gracioso, simpático y divertido que todos quieren. No, tu eres ese poco entretenido, melancólico, con el maquillaje corrido por las lagrimas de una moribundo, que sale a dar el espectáculo mas por la costumbre, que por el deseo de darlo.
En el circo de la vida estas atrapado, no hay salida para aquellos que puedan seguir en pie. Mas no te preocupes, pues el tiempo pasa veloz y no tardara en llegar la hora cuando salgas al escenario y no puedas actuar por las penas y el dolores acumulados, como dos grandes pesas sobre tus hombros, no te permitan dar mas. Y amigo déjame decirte que para cuando llegue ese momento podrás salir de la gran lona, para por fin ver la luz del sol.
El final de nuestro gran acto es la muerte, así que procura que para cuando llegue el momento de apagar los reflectores hayas vivido todo lo que deseaste vivir, procura que cuando tu ultimo respiro sea despojado de tu agotado cuerpo, como tormenta que llega sin aviso, resuenen los aplausos por una vida que valió la pena, por aquel triste payaso que fue feliz bajo su condena.
En el circo de la vida estas atrapado, no hay salida para aquellos que puedan seguir en pie. Mas no te preocupes, pues el tiempo pasa veloz y no tardara en llegar la hora cuando salgas al escenario y no puedas actuar por las penas y el dolores acumulados, como dos grandes pesas sobre tus hombros, no te permitan dar mas. Y amigo déjame decirte que para cuando llegue ese momento podrás salir de la gran lona, para por fin ver la luz del sol.
El final de nuestro gran acto es la muerte, así que procura que para cuando llegue el momento de apagar los reflectores hayas vivido todo lo que deseaste vivir, procura que cuando tu ultimo respiro sea despojado de tu agotado cuerpo, como tormenta que llega sin aviso, resuenen los aplausos por una vida que valió la pena, por aquel triste payaso que fue feliz bajo su condena.
Por: Solo Andres.