"Cuatro mil días después de aquel año obcecado
detecto que al fin te dignaste
a cumplir con la cita inaudible,
y me alegro, y me enfado a la vez.
Después de estudiar con cuidado este caso
ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
de juez imparcial,
sentencio lo nuestro
diciendo que el fallo más grande
pasó por guardar
solamente los días más gratos
y olvidar los demás.
Mirarte de frente.
Admito en voz alta
que no pocas veces he sido tentado
en coger mi esperanza
y lanzarla sin más a la fosa común
donde yacen los sueños
que nos diferencian."
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